25 May 2007

Globetrotter, Guardería de Adolescentes.

Hay en éste momento una tormenta ultra-tormentosa, con truenos, relámpagos, viento, lluvia, se escuchan ranas (?!?), me siento como uno de los tres chanchitos, solo que la casa parece resistir. Contrario a mis planes, éste viernes estoy sobrio, solo, y acá sentado (se podría resumir esto como PATÉTICO) aun así, no resumo esto como patético.

Hoy ya tuve un día bastante cargado, volví a mi infancia más vulgar en
''Globetrotter'', no es un parque de diversiones, sino un local de venta de indumentaria y elementos para camping, lo divertido es que tiene la infraestructura necesaria para probar todo lo que venden, incluso si no comprás nada, podés hacer todas las pavadas que hay en el lugar.
Fui con dos chicas que viajaron conmigo a Polonia y no le hicimos asco a nada de lo que se ve en las fotos, también sacamos nuestras propias, algunas casi tan penosas como las de Jessica.
Estuve todo el tiempo a punto de comprarle algo a mis primitos a quienes tengo abandonados, creo que mañana vuelvo y les compro una mochilita forma caparazón de tortuga, era muy chica, pero ¿para qué mierda quieren una mochila útil? no tienen nada que llevar, lo importante es que luzcan graciosos.

Casi se me hizo tarde para cualquier medio de transporte público, tomé el último bus, cuando llego al mi asiento veo que el colectivero*, personaje infausto si los hay, me dio 30 cents menos de vuelto.
El pasaje corto cuesta 1,40, ya me rompía bastante tener que pagar eso para viajar 4 CUATRO! minutos, me quedé pensativo un segundo, se lo digo? -no dejá- pero, por qué no? o sea, son mis 30 cents; ''disculpe, me dio 30 centavos menos'', me dice ''a ver'', le doy las monedas, y entonces 'clickea' esa máquina que tiene para ordenar el cambio, no es como esa de los bondis de Córdoba, que son de latón y tienen un botón rojo de plástico, es un poco mejor, pero igual el pajero se había equivocado cuando metió las monedas y me da de 10 mezcladas con algunas de 2 centavos. Me vuelvo otra vez y le digo, ''me dio monedas de 2 centavos señor conductor'' con toda mi cara de pobre angelito estafado.
El viejo era extranjero creo, y estaba charlando con el típico ''no tengo nada que hacer entonces viajo ida y vuelta en el primer asiento de este puto bus''.
Frena un poco, ''a ver'' repite, le doy las monedas y se da cuenta que es un cretino, para ese momento ya había terminado mi viaje.
En las tres cuadras hasta casa padecí un tremebundo dolor de estómago gracias a la baggette descomunal que había comido.

* ¿¿Alguien notó el racimo de bananas que tiene Cacho Castaña por manos??.

Esto no va a quedar así, mañana no paro hasta perder el conocimiento.

2 comments:

Thiago. said...

En este momento tengo un ataque de mal humor que si iba con vos en el bus lo ajusticiaba de las pelotas.

Se tierno y regalale cosas lindas a tus primitos.

DerDolmetscher said...

Estuve del orto mal, pero volví. Nos sos el único con un humor de terror, a mí el clima horrendo que nos azota me da deseos de matar mal.